Hace muchos años cuando llegué a México, tuve el gusto enorme de disfrutar de la literatura de la "glasnot" mexicana, sobre todo el leer con avidez a Luis Spota quien me develó los ocultos secretos del sistema mexicano, a los best sellers de la época: "El AZTECA" de Gary Jennings; "VECINOS DISTANTES" de Alan Riding; "TIEMPOS NUBLADOS" de Octavio Paz, ... entre muchos, que me acercaron al México íntimo e inexpugnable. Pero un pequeño libro de Mauricio Gonzalez de la Garza, con el título de "LA ULTIMA LLAMADA" marcó profundamente mi percepción sobre este país, con una frase tan profunda que decía: " ..... para entender a México se requieren 15 días, un día más, uno se confunde."
He participado de este México de manera muy activa en los casi 35 años que tengo de vivir en esta nación, he tenido altas responsabilidades en los campos empresariales, gremiales, comunitarios, universitarios, patronales, etc. y me considero un buen conocedor de la historia, de la literatura, de la política, de la educación y de la forma de "ser" del mexicano, sin embargo, a estas alturas, estoy confundido.
He visto como México ha cambiado en estas casi 3 décadas. El México del 1980 que inició mi residencia en esta nación, es hoy distinto al que en este 2014 nos cubre. Mucho se ha transformado, pero como en un torbellino gigantesco, giramos y giramos ampliando el circulo de nuestro movimientos, pero no nos despegamos nunca de las raíces profundas del México de siempre. La transición mexicana está truncada, su democracia está inconclusa, sus libertades laceradas, sus partidos políticos son clones del modelo priista, su clase política es la misma de hace 40 años solo que hoy tiene diferentes colores y su corrupción continúa gigantesca. México en estos años se sacudió como en uno de sus terremotos, por lo que muchas de sus estructuras se cayeron en pedazos, pero nadie ha limpiado los escombros y nadie ha destapado sus desagues, por lo que las aguas están estancadas y putrefactas. Y como en las antiguas ruinas que pululan en el territorio, lo antiguo siempre es presente y la historia siempre es noticia. Pero lo peor, es que una nueva epidemia ha llegado a este país y es la "Mafia-Estado".
Hace mas de un mes desaparecieron en un operativo policial, (de esos que hay miles que se diluyen en la total impunidad), 43 jovenes normalistas, (de esos que tambien miles de veces se posesionan de autobuses y siembran anarquía), que ponian en peligro un Acto Oficial de la esposa del Cacique de Iguala. ( de esos que hay miles que actuan como Zares con el titulo de Presidente Municipal). Sin embargo por alguna razón inexplicable, esta vez el silencio, la impotencia y la indiferencia de la sociedad civil no se resignó a que el incidente fuese parte de una noticia mas sin trascendencia local, no se diga nacional, y esto a desnudado de madera vergonzosa a México.
Ha puesto en ridículo a toda la nación, desde el Presidente Peña Nieto hasta la misma sociedad que ha salido a las calles, a los medios, a las universidades, a toda la plataforma informativa, a los intelectuales, porque la sinrazón ha sido el elemento común de toda esta desorientación colectiva que ha aflorado de las entrañas de un México enfermo.
En esta búsqueda de los 43 desaparecidos, han brotado de fosas comunes, "43 mil" asesinados sin nombres, que a nadie le importan, porque no son los 43 buscados. Ni el gobierno, ni la sociedad, reaccionan ante lo macabro de lo encontrado, en un pequeño paraje de todo el territorio y nadie dice nada. Esto es absurdo. Nadie pide una explicación de quienes son los "43 mil" que no tienen el rostro de los 43. Esto es inexplicable.
En esta búsqueda de los 43 desaparecidos, se ha manifestado con obviedad repulsiva, que el Narco forma parte de los gobiernos en todos los niveles, que ha permeado a los partidos políticos sin distinción alguna, que se compran cuerpos polícíacos completos, que se cuenta con la complicidad de los Ministerios Públicos, para ejercer desde el Gobierno los crímenes mas abyectos y ya nadie reacciona.
En esta busqueda de los 43 desparecidos, la Presidencia de la Republica, el Procurador General, los órganos de inteligencia, han reaccionado con la mayor ineptitud y han caido en un caos al sentirse expuestos a la opinión publica mundial. Y han sido incapaces de explicar el porque si tienen a los autores de los crímenes, si conocen los detalles de la masacre, si saben como se generaron estos hechos, no han tenido la honestidad para exponer al mundo lo que realmente ha pasado. Quizás porque tienen la hipócrita confianza de que el tiempo, como siempre ha sucedido, borrará la importancia de este deplorable crimen. Ojalá que esto no suceda.
En esta busqueda de los 43 desaparecidos, se ha manifestado que tenemos en la Federación, "Estados Fallidos", que no tienen las instituciones que los validen, y que ponen en peligro a la misma Federación. Guerrero, Michoacán y Oaxaca, son ejemplos de Estados que no funcionan. Y nadie dice nada. Porque así como el Ejecutivo está mostrando ineptitud, el Legislativo está mostrando irresponsabilidad y deshonra. A los Diputados como a los Senadores, solo les importa el reparto de la "piñata" de billones de pesos, a la que se han pegado como gusanos carroñeros al cadaver de las instituciones en México. En lugar de reconocer que México está en crisis, que México está en el más grave de sus conflictos históricos, que está perdiendo su justificación como Estado, están enfrascados en tratar trivialiades, estupideces y legislaciones sin trascendecia. En lugar de estar abocados en cumplir la Misión que tienen encomendada, lamentablemente nadie los señala, nadie dice nada.
En esta búsqueda de los 43 desaparecidos, el dicho de que la Justicia es ciega, se ha manifestado que es cierto en todo sentido. El ridículo que la PGR, y todas las instituciones vinculadas está sufriendo, solo es explicable comprenderlo, mediante la aceptación de que estamos viviendo en un Estado Mafioso. La Corte Suprema de Justicia, está muy ocupada en ver si las consultas populares son legales en el caso de la Reforma Energética y no se ha percatado que la Justicia con su venda, con su balanza y su espada, está drogada y anda dado tumbos de fosa en fosa, de cueva en cueva, de calabozo en calabozo, buscando a los 43 que no puede ver, porque verdaderamente esta ciega.
En esta busqueda de los 43 desaparecidos, he entendido que vivir 35 años en México, me hacia creer que lo entendía, pero este día mas, me he confundido.
Ing. Víctor Manuel Meléndez Art.
