Hace muchos años cuando desempeñaba la presidencia de la Coparmex Metropolitana del Estado de México, invité a un personaje de actualidad en ese tiempo, a Don Ernesto Ruffo Appel, quien recién había dejado el cargo de ser el primer gobernador de la oposición en la República Mexicana.
La charla fue sobre el papel del empresario en la política, y si bien es cierto los políticos del PRI hacían negocios de manera abierta, las gentes de negocios que no militaba en los partidos, se mantenían todavía en el pacto de que, ni curas, ni militares, ni empresarios, podían ser políticos. Esto en pocos años ya cambió.
Independiente de la charla, se tocaron varios temas muy interesantes, como la "teoría del Si Mi Jefe", que explica mucho del comportamiento del mexicano y que un día abordaré, y el tema de lo fue el violento infierno de Tijuana, que hoy es superado por muchas ciudades de la nación.
Tijuana antes, durante y después de Rufo Appel se consideraba la ciudad mas peligrosa de México y cuando le pregunté la razón de porque cuando fue él Gobernador no pudo controlar, ni erradicar la incipiente pero ya notoria virulencia de las mafias del narco, tuve una de las respuestas y explicaciones que me han servido para entender al México de nuestros días.
Me relató que en sus primeras acciones de su gobierno, ordenó detener vehículos sospechosos y a sus conductores, lo que desencadenó que en menos de un mes fuese ajusticiado su Director de Policía, y también el que fue sustituto igualmente fue ajusticiado. Las instrucciones del gobierno central fueron terminantes, Sr. Gobernador, usted debe de salirse de esas acciones, el atacar al narco es una responsabilidad total del Gobierno Federal, no se meta, no es su función, no es su responsabilidad.
Luego me comentó: las cabezas del narco están a niveles intocables, por eso todos estos que se capturan, (en aquellos tiempos), los Caro Quintero, los Félix Gallardo, etc, etc., son solo los Gerentes, quitas alguno y siempre hay quien los sustituya, ellos no son la mafia, son únicamente sus operadores, la impunidad no toca a las cabezas.
Durante años, esa charla se permeo en mis pensamientos y la vida en muchas ocasiones me confirmó con testimonios de que eso era y es cierto.
El grave problema de México es que este cancer es ya una metástasis, su cerebro le pide vivir, pero su cuerpo no puede ser sanado,........ por eso creo es que la Barbie se sonríe tanto.
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