Gracias por compartir mis expresiones.

Soy VÍCTOR MANUEL MELENDEZ ARTIGA y te expreso mi simpatía y agradecimiento por compartir mis opiniones, experiencias y vivencias en este Blog, esperando tus comentarios.

sábado, 9 de octubre de 2010

EMPRESAS EN ARMONIA


EMPRESAS EN ARMONIA.

Las empresas están conformadas por cuatro elementos esenciales, cuya integración debe ser siempre equilibrada: el empresario, los trabajadores, la forma de hacer algo, y el capital.

Estos cuatro elementos son como las patas de una mesa, iguales, armónicos, simétricos y con la adecuada solidez para soportar todo lo que se coloque encima. La empresa siempre debe estar sobre estos cuatro pilares.

El empresario no es el dueño de la empresa, es el dueño de las decisiones, es el responsable del rumbo, de la orientación, de la dirección, de marcar el camino y de aglutinar de manera eficiente el trabajo coordinado de todos los elementos. Si el empresario no entiende que todas las patas son de igual importancia y quiere crecer arriba de lo que el equilibrio natural lo determina, puede causar que la empresa se desestabilice y propiciar su daño. Es usual que muchos empresarios sangren económicamente a la empresa, dañen la dignidad de los trabajadores, no innoven tecnológicamente y no aporten el capital necesario.

Los trabajadores son la esencia de la empresa, sin ellos no puede existir. Inclusive cuando los empresarios están laborando dentro de la organización, tienen la dualidad de ser empresario – trabajador. Los que laboran conviven en una comunidad que es la empresa. Muchas veces los trabajadores están influenciados de tal manera que se consideran enemigos del empresario y al atacar a una de las patas de la mesa, el resultado siempre es la desestabilización de la empresa. Cuando el trabajador no entiende que el equilibrio es fundamental y quiere crecer a costa de los otros elementos, puede causar daños graves a la empresa que lo sustenta y de la que es una parte integral.

La razón de existencia de la empresa,  es esa propiedad única de hacer algo, de crear algo, de ofertar algo, de su “know how”, de su característica de producir un bien o un servicio determinado, es lo que la diferencia de la competencia y lo que debe estar en continua mejora y en una lucha permanente de calidad, eficiencia, costos e innovación, es la otra pata de la mesa. Cuando descuidamos la calidad, cuando nos rezagamos en tecnología, cuando los costos nos consumen, cuando el rumbo del empresario que dirige la empresa no apoya los objetivos productivos, la empresa se daña, lo que equivale a que una de las patas de la mesa se acorta, estropeando la estabilidad de la organización.

El capital es otro trabajador dentro de la empresa, y su trabajo tiene una remuneración, tiene un salario. El capital puede trabajar en varias actividades, unas más seguras y otras más riesgosas. Si trabaja en un banco, gana intereses, que pueden ser bajos pero sin embargo son seguros, por el contrario si trabaja en una empresa, el riesgo es grande, por lo tanto tiene el derecho de gozar de un salario alto de acuerdo a las inestables circunstancias que tiene una empresa y ese salario se llama utilidad. Las empresas deben de contar con un capital congruente a la integración de las otras partes, sin exceso, pero sin carestías. Una empresa sin el capital suficiente y con margenes de utilidad reducidos, pone en peligro su existencia.

La empresa es una comunidad de personas, que están siendo influenciadas por la armonía y el equilibrio que conjugan los cuatro elementos anteriores, y como resultado de esta conjunción, se determina para los individuos que la integran, dos aspectos esenciales. El primero consiste en la capacidad de brindar satisfactores materiales a los que laboran, es decir el bien estar y el segundo la posibilidad del crecimiento personal, el desarrollo del ser, es decir el bien ser.

Una empresa que tiene la capacidad de equilibrar sus componentes, con toda seguridad debe propiciar a quienes la integran los siguientes resultados:

A los empresarios, la satisfacción de dirigir una entidad con trabajadores proactivos y comprometidos, con productos o servicios de calidad y plenamente aceptados por el mercado, adicionalmente con un capital creciente y rentable.

A los trabajadores un espacio en donde sus vidas obtienen pleno desarrollo, tanto material como aspiracional.

A la identidad empresarial una constante reconversión, un prestigio en la comunidad, un posicionamiento mercadologico y una satisfactoria estabilidad.

A la inversión del capital, una productividad y rendimientos adecuados, una sanidad financiera y  un aporte a la sociedad en su conjunto, mediante la derrama e incremento de la riqueza que beneficia en su proporción, a toda la nación.



Ing. Victor Manuel Melendez
Desarrollo Emprendedor
UVM México DF.

1 comentario:

  1. Mi querido amigo Victor el Filósofo empresarial. Me parece un buen ejemplo el de la mesa porque si una pata está chueca con el menor descuido se cae todo lo puesto arriba y si es comida nos va afectar para nuestra adecuada nutrición. Un comentario adicional, es que el personal es tan importante que si la Nasa le regalara a los no preparados todas las instalaciones, o sea a personas que no tengan idea del trabajo que ahí se desarrolla, sería un fracaso rotundo tratar de enviar un satélite o cualquier artefacto que, hoy en día lo hacen tan atinadamente. Saludos. Sergio

    ResponderEliminar

Te doy las gracias por tu comentario.
Pronto estará publicado.